En este momento estás viendo ¡ Dos preinfartos !
El piloto automático siempre cobra caro: a veces con la salud, a veces con la vida.

¡ Dos preinfartos !

  • Autor de la entrada:
  • Comentarios de la entrada:Sin comentarios
  • Última modificación de la entrada:24 septiembre, 2025

El cuerpo se cansa.
La mente se pudre de aburrimiento.
La vida se vuelve rutina.

Tus hijos, tu pareja, todos esperan algo de ti.
Ni tú sabes qué.

Pero sientes que hay algo dentro pidiendo un respiro.
Sin embargo, sigues en piloto automático,
atado al cronómetro que nunca se detiene.

Te levantas.
Saludas por inercia.
Te metes al baño.
Te organizas.
Miras al espejo, mas no te ves.

Ese piloto automático te va matando lentamente.
Conmigo lo estaba haciendo.
Tengo dos preinfartos encima.

Desde el 4 de diciembre de 2008 todo se volvió un estrés berraquísimo.
Padre soltero.
Nunca había tiempo para mí.

¡Jamás!

Ni cuando cogía. Porque siempre dependía de alguien.
Siempre dependí de algo o de alguien.

Hasta hace pocos años lo entendí:
mi vida pudo haber sido otra.

Con mis hijos.
Con mi trabajo.
Con mis parejas.

Pero me hundí en ese puto piloto automático.
Dejé que mandara sobre mí.
Y nunca me di tiempo de calidad.

Si lo hubiera hecho,
todo habría sido distinto.
Mis hijos, mi trabajo, mi cama, mis relaciones.

Todo.

Ahora lo hago.
Y sí, estoy solo.
Tal vez por eso lo logré.

Veo atrás y me doy cuenta:
perdí demasiado en cosas que no importaban.
Las emociones me jodieron mil veces.
Si las hubiese visto distinto,
todo habría cambiado.

¿Cuántas noches me maté en el trabajo, para recibir desprecio al día siguiente?

Ese tiempo debió ser mío.
Solo mío.

Pero a ti y a mí nos domesticaron.
Fechas de entrega absurdas.
Amenazas de despido.
Horas extras gratis.

Y el famoso «tienes que dar la milla extra».
¿Milla extra para qué?
Para seguir siendo un burro explotado.

Lo mismo con el sexo.
Cogemos y cogemos creyendo que eso llena algo.
Satisface el ego, sí.
Pero de verdad, poco aporta porque nunca lo vemos desde su esencia.

Igual con los supuestos «amigos».

¡¿Cuánto tiempo desperdiciado?!

¿Cuántos compromisos sociales estúpidos?
Esos que con el pasar del tiempo, sentados tomando un café,
nos damos cuenta que hubiese sido mejor no haber asistido.

Mi vida ha cambiado radicalmente.
Te aseguro que la tuya también lo hará.

Solo te sugiero que te dediques tiempo para ti.
Solo tú con tú.

Diez o quince minutos al día. Si puedes más, mejor.
Sin hijos, sin familia, sin coger, sin pareja, sin amigos, sin trabajo.
Deja tus putas obligaciones guardadas en un cajón.

Ese tiempo te salva.

Ese tiempo lo cambia todo.

Y luego lo verás en tu entorno:
en tus hijos, en tu pareja, en tu familia, en tu cama, en tu trabajo.

Todo empieza a tener otro sentido.

Yo doy fe de eso.

Porque si tú estás bien …

Créeme, todo lo demás se pondrá bien.

Ésto, es una ley absoluta.

¡Hazlo!

O sigue dejando que el piloto automático te mate a ti también.

Sigue muriéndote en cuotas.

En mi libro te cuento un poco más acerca de un pre infarto que tuve y donde me di cuenta que estaba acompañado pero solo [Chismosear mi libro].

Y de ñapa, tres artículos en donde el piloto automático nos jode la vida

Gracias, gracias, gracias.

Te leo.

Te deseo un excelente y maravilloso día.

Namastè

Únete a mis «mierdireglas»

Puedes darte de baja cuando se te antoje

Únete a mis «mierdireglas»

Puedes darte de baja cuando se te antoje

Deja un comentario