Últimamente he tenido más claro el concepto de lo que para mí significan las palabras familia y pariente. He entendido el porqué de algunos pensamientos propios respecto a estos significados.
Se me vendió una idea de que familia es algo relacionado con la genética, con la descendencia, es decir, aquellos con quienes tengo un vínculo sanguíneo.
Tengo una definición algo disruptiva con el común denominador de las personas que me rodean; tal vez, a ti te puede chocar mi definición.
Familia —para mí—, es algo sagrado, pero no por aquello de un vínculo generacional, sino por esa conexión que se experimenta con determinado grupo de personas. No sé si me esté dando a entender.
Existe cierto tipo de enganche con determinados seres, no con todos. Eso es algo que en mi caso viene de corazón a corazón. Esto lo relaciono con la frase: «me encuentro rodeado de muchas personas, pero en realidad me siento solo», no sé si a ti te ha pasado, pero en mi caso, esto fue una realidad en mi vida durante mucho tiempo.
Tal vez por lo mucho o poco que he leído; con lo mucho o poco que he entendido y aprendido, he logrado asimilar algo que para ti puede sonar raro y que se encuentra fuera de todo contexto: creo absolutamente en las almas pares o afines y en las distópicas. Tengo claro que he firmado un pacto de almas al igual que tú, así no lo creas.
Me permito decir que a pesar de tener un vínculo sanguíneo y por ende, generacional, con muchos de los que me rodean, no todos son familia —para mí—.
He creado conexiones más fuertes con personas —en teoría ajenas a mí—, aun por encima de aquellos con quienes genéticamente estoy aparentemente vinculado, que de hecho, y analizando bien mi árbol genealógico, con quienes tengo un verdadero y directo vínculo en todo sentido es con mis padres como antecesores, y con mis hijos como mis directos descendientes. Lo demás —en mi opinión—, puede ser replanteado, aunque no socialmente. Con esto no quiero decir que el afecto, el cariño y el aprecio hacia los demás carezca de sinceridad y validez, no, solo digo , que no con todos se conecta de la misma forma, no con todos se conecta desde el mismo punto. Con algunos existe esa unión desde la aparente lógica y razón, —lo que yo llamo presión social— sin embargo, con otros, ese clic viene desde el corazón, es decir, desde mi verdadero ser.
Tal vez este artículo suene un poco confundido, de hecho, me siento algo así escribiéndolo. Solo es un ejercicio a manera de conclusión respecto a un análisis de mi árbol genealógico, que me llevó a deducir el porqué siento o no, más afinidad con determinado grupo de personas miembros de un grupo generacional, comparándolo en el mismo sentido con otro grupo de personas ajenas a mi herencia genética.
No obstante, al final de cuentas todos somos iguales, todos somos seres humanos, todos somos una hermandad; lo que sucede es que cada uno vino a cumplir una misión diferente para sí mismo y para los demás. Esto sólo se entiende después de haber estudiado un poco el tema álmico; para aquellos que lo desconocen, este artículo les puede sonar a pura «basura mental», a una «mierdiregla» más o simplemente que me la «fumé verde».
Y ¿tú?
¿Te has preguntado el porqué sientes más o menos afinidad por determinadas personas?
Lo que tu llamas «familia», ¿en realidad lo es para ti?
Te deseo un excelente y maravilloso dìa.
Dios te bendiga.
Namastè