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El mérito es de todos, un reconocimiento díficil de aceptar

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  • Última modificación de la entrada:2024-07-17

¿Recuerdas el artículo de mi Blog titulado: «¡Pensar diferente, una realidad social necesaria e imperante!»?
 
Bueno, así como en su momento a las personas que allí menciono les di palo por la forma en cómo venían haciendo las cosas, hoy debo reconocer que hicieron un muy buen trabajo.
 
Cabe anotar que en su momento me odiaron por el informe que les presente respecto a su gestión con copia al Consejo Administrativo. No obstante el día de hoy han hecho una muy buena presentación del proyecto en mención para ser aprobado por la Asamblea Extraordinaria y cuya ejecución inicia en el mes de octubre.
 
Tuvieron en cuenta muchas de mis observaciones sino casi todas y eso me produjo una sonrisa de satisfacción muy personal porque me di cuenta que a pesar de su rabia hacia mí en algún momento, tomaron mis apuntes y los aplicaron.
 
¿Eso me convierte en un mentor o en un líder?
 
Cabe resaltar que la labor hecha de su parte fue realmente una jornada maratónica, considerando que sacaron adelante ese proyecto en menos de tres meses con muy buenos resultados y una excelente sustentación.
 
Ahora bien, lo ocurrido el día de hoy tiene méritos ―muchos― para ellos y para mí. Para ellos porque demostraron toda su capacidad y potencial de hacer las cosas; mostraron un muy buen informe sustentado de forma fantástica, evitando así cualquier posibilidad de ser destruido. Y para mí, porque después de un rato, luego que terminó la Asamblea, hice el ejercicio de acercarme a ellos y felicitarlos por la buena labor hecha.
 
El Federico de antes, hubiera buscado cualquier punto de quiebre con el ánimo de imponer su ley; y resulta que ese no es el meollo del asunto. En esta oportunidad, dentro de mi profesión, me senté a escuchar y a observar, cosa que antes mi ego no me lo permitía por aquello de la competencia mal enfocada y pésimamente estructurada.
 
El escuchar y observar, me permitió ver la capacidad que tienen los demás de hacer las cosas de forma diferente a la mía, de hecho, un gran número de quienes tenemos a nuestro alrededor son mejores que nosotros en muchos aspectos; desafortunadamente no se nos enseñó a ver lo bonito, lo bueno y lo fabuloso de aquellos que nos rodean en algún momento de la vida.
 
El Federico de ahora, se permite observar y escuchar el entorno; se permite disfrutar viendo las expresiones de las personas que están exponiendo algo. Hoy, por ejemplo, a uno de los expositores se le notaba el nerviosismo y la bronca que tenía presentando su proyecto. Él sabía qué y a quiénes se estaba exponiendo; estaba nervioso porque consideraba que en cualquier momento alguien saldría a refutar su sustentación, ―muy seguramente mi nombre paso por su cabeza, pensando que yo saldría para hacerlo vulnerable en público―.
 
El ego mal amaestrado produce celos, resentimiento y rencor, por ende, la ira o el mal genio salen a relucir. Desde que yo he domesticado el ego y por ende a la rabia en mi vida, ésta última ha tomado un rumbo diferente: observo las cosas desde otra perspectiva, aprecio el lado amable de todo y de todos aquellos que conforman ese todo.
 
Es bueno aceptar y reconocer el mérito en cada una de las personas y las situaciones que nos rodean en el diario vivir; es fabuloso ver las manifestaciones agradables que poseen quienes interactúan con nosotros en la rutina de la vida; es bueno observar desde el aprecio, desde la bondad y desde el porqué a quien está frente a mí, actúa de la forma en que lo hace.
 
Todos tenemos un punto de vista diferente, todos «cargamos con nuestra propia cruz», todos tenemos un algo que afecta el estado de ánimo, por ende, en consecuencia actuamos o reaccionamos.
 
Te invito para que empieces a reconocer lo bueno, lo bonito, lo bello y lo agradable de quienes te rodean.
 
Te invito para que empieces a reconocer lo bueno, lo bonito, lo bello y lo agradable de quien se para frente a ti en el espejo, así, es la única manera en que ves y observas a los demás de manera diferente.
 
Recuerda que todo lo que ves a tu alrededor, no es más que el reflejo de lo que eres y de lo que tienes para dar al exterior desde tu interior.
 
[…]
 
¿Te animas a felicitar a alguien por la labor que hace en su diario vivir?
 
¿Te animas a decirle a alguien algo dulce y especial que alegre su día y por ende el tuyo?
 
¿Te animas a decirle cosas bonitas y cositas ricas a quien se para frente a ti en el espejo?
 
Gracias, gracias, gracias.
 
¿Cuàl es tu opiniòn al respecto?
 
Te leo.

Te deseo un excelente y maravilloso dìa.

Dios te bendiga.
Namastè
Más acerca de mí.

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