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Jefe o líder: Transformando la dinámica de equipo

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  • Última modificación de la entrada:2024-07-17

Me jarta y me aburre ser un jefe; de éstos hay ¡montones! jodiendo la vida de los demás.
 
En lo que llevo de mi vida he tenido que estar bajo el «mando» de muchos de estos personajes quienes se creen líderes pero que en realidad, no son más que un jefe.
  • Están ahí, por su cúmulo de títulos académicos, sin embargo, esto no hace a un líder.

  • Están ahí, por su vínculo de amistad con aquellos personajes que ocupan altos cargos, sin embargo, esto no hace a un líder.

  • Están ahí, por ocupar una posición dentro de determinado grupo, sin embargo, esto no hace a un líder.

Yo no soy un líder, —bueno, no lo soy en su totalidad—. Considero que en mi vida he sabido liderar y llevar de la mano a quienes se encontraban a mi cargo, no obstante, con mis pares la cosa ha sido muuuy diferente.

Estoy trabajando en éso, jamás ha sido mi intención ser un jefe, de hecho, me siento incomodo, aun hoy con este tipo de personas. No cuadro en ese entorno.

Un objetivo que tengo en mente, es el de convertirme en un verdadero líder; ése que muestra y enseña un camino, es decir, aquel que abre el paso a quienes lo siguen. El jefe es aquel que sólo da órdenes y espera a que abran un camino para él.

Me ha costado un poco porque en ocasiones no he logrado entender a quienes trabajan a mi lado.

Ojo con esta última frase: «quienes trabajan a mi lado», un jefe, piensa de la siguiente manera: «quienes trabajan para mí».

En el proyecto que me encuentro desarrollando, pensé que estaba siendo claro con las ideas, propósitos y metas; aunque en un momento parecía que todo estaba tomando el camino que nosotros como grupo creíamos debería ser para fluir y agilizar.

Algo pasó, aún no sé qué se rompió, pero todo volvió a tomar el caos con el que venían trabajando antes de mi llegada, y la idea es que yo llegué para organizar y agilizar.

Pienso que mi manera de llevar las cosas puede funcionar, pero desafortunadamente los seres humanos somos robots de costumbres; y al ser unos entes autómatas, no vemos la opción de salir de ese circulo vicioso porque así nos acostumbramos para todo.

Tengo la certeza que no he perdido mi tiempo y mis conversaciones con los muchachos, pero algo debo de estar haciendo mal, porque aun yo, me he dejado contagiar de ese desorden administrativo y operativo.

Acá es en donde he entrado en la etapa de preguntas, buscando las respuestas que me permitan llevar a todo el grupo al lugar donde deberíamos estar, cumpliendo con las fechas de entrega establecidas para finiquitar el contrato.

Uno de los atenuantes y para mí el más importante, es haberse dejado meter el dedo —ya tú sabes por dónde—, aceptando realizar un entregable dentro de un plazo realmente absurdo, estúpido y fuera de todo contexto. Además, permitir o aceptar algo sin un norte definido.

Sabiendo ésto, cuando me llamaron a participar, tomé una decisión algo equivocada aceptando el mismo tiempo; conociendo de antemano que esto se convertiría en un desgaste mental, físico, emocional y económico para todos —principalmente, para quienes me contrataron—. En pocas palabras, permití ser absorbido por el sistema nuevamente, tal vez, por un asunto personal relacionado con una necesidad, obligación o gusto particular —acá relaciono el artículo en mi blog, titulado: «¿me siento realmente cómodo con mi actividad diaria?».

Tal como lo he reiterado muchas veces, la arquitectura es una de mis pasiones, me encanta, me fascina, de hecho, quedo absorto de inmediato cuando se me presenta la oportunidad de desarrollar este arte. La pregunta aquí es:

¿Vale la pena sacrificar un tiempo propio por dedicárselo a una pasión disfrazada de sacrificio dentro de una carrera de la rata ilógica, impuesta por un sistema que solo se dedica a ser jefe?

Es en estos momentos en los que recuerdo el porqué me retiré del oficio de la arquitectura por un tiempo; confirmando una vez más, que nada de esto va a cambiar, de hecho, me siento incómodo trabajando así rodeado de un grupo grande de personas cuya objetividad por y para sí mismos carece de sentido alguno.

Igual, debo de aprender a aplicar todo lo que he aprendido en estos últimos cuatro años, sólo así, me daré cuenta si mi evolución como ser objetivo y cuestionador realmente funciona.

Y ¿tú qué tal?

¿Eres líder o seguidor?

¿Estás rodeado de jefes o líderes?

¿Cómo te sientes?

Gracias, gracias, gracias.
 
¿Cuàl es tu opiniòn al respecto?
 
Te leo.

Te deseo un excelente y maravilloso dìa.

Dios te bendiga.
Namastè
Más acerca de mí.

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