¿Quieres confesarle a alguien que te gusta?
Antes de hacerlo, hay algo más importante: entender por qué lo sientes.
Este texto te va a mostrar cómo descubrir qué hay detrás de tu atracción… y cómo enfrentarlo contigo mismo/a antes de lanzarte.
¿Por qué escribo esto?
Porque está muy de moda decir:
«Si te gusta alguien, díselo. ¿Qué puedes perder?»
[…]
En 2023, después de cinco años sin que nadie me moviera un pelo, conocí a alguien que me hizo levitar.
Literal.
Antes, lo primero en lo que me fijaba en una mujer era su cabello. Después, el trasero. Luego, escaneaba el cuerpo entero.
Solo lujuria, deseo y placer.
Esta vez fue distinto.
Me atraparon sus ojos.
Su forma de hablar.
La energía que transmitía.
Y me pregunté:
«¿Por qué esta persona me mueve tanto?»
Después de analizarlo entendí algo brutal:
No era ella.
Era yo.
La admiración que sentía era porque me mostraba todo lo que yo quería ser y todo lo que ya tenía… pero dormido.
Era un espejo.
Me estaba mostrando mis virtudes y también mis sombras, mis miedos e inseguridades.
Luego de haber hecho este ejercicio, todo en mí ha vuelto a un equilibrio distinto.
En términos coloquiales … dejé la pendejada.
Ja, ja, ja, ja, ja.
Dos años después, veo en ella un reflejo de lo que quiero seguir construyendo en mí.
¿Y sabes qué es lo que más me gusta?
Que ahora la veo como lo que es: una persona, igual que yo, con luces y sombras.
Sí, es absolutamente preciosa, y su feminidad se desborda por cada poro… pero eso ya no me confunde, ni la pongo en un pedestal.
[…]
¡He aprendido la lección!
Porque al final, todos somos iguales.
La mayoría estamos perdidos sin rumbo, creyendo que alguien nos va a dar lo que ya tenemos.
Otros aprendimos a ser más conscientes y a validarnos sin depender de nadie.
Una minoría, en teoría, ya sabe quién es.
Pero ¿qué hice para entender lo que aquella bella musa despertaba en mí?
Me hice preguntas incómodas:
-
¿Qué me gusta exactamente de ella y por qué?
-
¿Qué siento cuando la veo?
-
¿Qué admiro… y qué significa eso de mí?
-
¿Qué de ella ya vive en mí, qué quisiera despertar, qué me incomoda o me causa temor?
Todas estas preguntas me las hice apenas me sentí desestabilizado.
Y terminé con un «informe confidencial» de 87 páginas.
Sí, 87. Me volví un FBI de mis emociones.
¡Qué aburrido! ¿No?
Ja, ja, ja, ja, ja.
Y entonces decides si se lo dices… o si primero te dices a ti mismo/a lo que vales.
Porque esa, créeme, es la confesión más difícil y honesta contigo mismo/a.
Yo lo hice, lo envié.
Anónimamente ¡Claro!
Tenía que proteger mi identidad y mi integridad.
Ja, ja, ja, ja, ja.
¡Qué cobarde!
Pero lo hice.
Ja, ja, ja, ja, ja.
Aunque aún no sé si lo recibió, y créeme: después de hacer tremendo ejercicio conmigo mismo, no me interesa preguntarle.
Ja, ja, ja, ja, ja.
Ya sané lo que tenía que sanar, ya vi lo que tenía que ver y ya me identifiqué con lo que me tenía que identificar.
Ese es el objetivo de un ejercicio consciente y poderoso contigo mismo: descubrir antes de lanzarte… y ahorrarte un mundo de expectativas que casi siempre termina en decepciones.
Por acá te dejo el enlace a otro artículo personal en donde te explico mi forma de saber si estoy obsesionado, encacorrado o enamorado de alguien (enlace).
[…]
Ahora, si tu baja autoestima te bloquea…
Si te paraliza y no te deja dar ese paso que sueñas…
Lo cuento sin filtros en mi libro Témpera Mental.
Solo si te atreves a curiosear.
[Este es el enlace a mi libro].
Gracias, gracias, gracias.
Te leo.
Te deseo un excelente y maravilloso día.
Que la fuerza que sostiene el universo te abrace, te guíe y te abra todos los caminos.
Namastè
