¿Te da miedo quedarte solo o sola?
A mí también me dio.
Hasta que descubrí que no era el monstruo. Era la puerta que llevaba años evitando abrir.
Llevo más de siete años aprendiendo a estar conmigo mismo. Sin ruido. Sin excusas. Y sin gente que ya no tenía nada que aportar a mi vida.
No te voy a mentir: dolió. Pero en ese dolor encontré algo que no esperaba: libertad.
La soledad me enseñó que el Universo —o la Energía, como prefieras llamarla— sabe cuándo apartar de tu camino a las personas que ya cumplieron su ciclo. Y que, si tienes el valor de soltar, empiezas a ver todo lo que no viste antes.
También me enseñó a alejarme de relaciones que no sumaban. Decisión incómoda, pero necesaria. Porque si quieres conocerte de verdad, tienes que limpiar tu espacio emocional.
Joseph Campbell lo dijo mejor que nadie: «La cueva a la que temes entrar contiene el tesoro que buscas».
Para mí, esa cueva es la soledad. Y el tesoro, mi verdadera esencia.
Pero entrar ahí dentro no es gratis. Tienes que preguntarte cosas que duelen. Cuestionar cada recuerdo, cada reacción, cada pensamiento. Y sí, a veces te da rabia. O miedo. O ganas de salir corriendo.
En mi caso, descubrí que el miedo al rechazo había marcado muchas de mis decisiones. Venía de la infancia, de una humillación pública que aún recordaba con claridad.
Superarlo no fue fácil. Fue un proceso de aceptación, perdón y, sobre todo, de aprender a verme sin filtros.
Hoy sé que todo lo que veo fuera es un reflejo de lo que llevo dentro. Por eso repito siempre: «Lo que ves a tu alrededor, eres tú».
¿Te atreves a mirarte de verdad?
¿Qué mensaje quiere darte tu interior?
¿Estás listo para escucharlo?
[…]
¿Quieres saber algo?
Las cosas que pensé que me habían roto… no fueron las culpables.
El que se hizo pedazos fui yo.
Lo descubrí mientras escribía mi libro.
Y lo dejé todo ahí: errores, miedos, golpes y la verdad que me costó años aceptar.
Si quieres chismosearlo, hazlo.
Pero te advierto: podrías verte en él.
Y no sé si estés listo para eso.
Si no quieres ni mirarlo, ése es tu lío.
Pero si lo haces … no digas que no te avisé.
Por acá te dejo el link de mi libro (link)
Gracias, gracias, gracias.
Te leo.
Te deseo un excelente y maravilloso día.
Que la fuerza que sostiene el universo te abrace, te guíe y te abra todos los caminos.