Viernes 12 de septiembre de 2025.
Son las 16:45 horas del día.
Muchas personas participando de una presentación:
Música
Baile
Canto
Poesía
Todas las sillas están llenas.
Un hombre esperando ser anunciado, era la presentación que seguía en la programación.
Solo contaba los minutos y segundos.
Estaba contento porque un grupo grande de personas lo escucharían.
Llegó el esperado anuncio y la sala quedó más que vacía.
El desazón se hizo presente, los organizadores solo le dijeron:
¿Empezamos?
Y no se fueron, creo que por lástima.
Ja, ja, ja, ja, ja.
Aquel hombre tenía una ventaja que los demás no conocían.
Su voz.
Una voz grave, bastante fuerte y potente.
[…]
«Les confieso algo», fue su primera frase.
Quienes iban subiendo las escaleras voltearon a mirar, quienes estaban haciendo fila también lo hicieron.
Aquella voz les impactó.
Este personaje no se intimidó y comenzó a hablar.
Tímidamente se fueron sentando más personas a escucharlo.
El tema intrigaba, porque es incómodo:
¿Cómo su rol de padre afectó a sus hijos?
Un asunto que muchos padres esquivan porque no quieren escuchar una verdad diferente a la suya.
En algún momento se notó que varias personas se detuvieron a escucharlo desde otros pisos, otros pararon su recorrido por las escaleras.
No se llenó la sala como con el evento anterior.
[…]
Al final, se le acercaron unos pocos a darle las gracias por la exposición.
—Usted me incómodo bastante, —le dijo un hombre padre de familia.
—Me mostró cosas que yo no había visto, —quiero comprar su libro.
—Sus verdades me chocaron, pero preferí escucharlo completamente.
—Gracias, —dijo aquel hombre.
Esas satisfacciones son las que valen la pena.
[…]
Este hombre del que les hablo, soy yo.
Me encontré en un espacio totalmente ajeno a mí, deseoso de compartir mi mensaje.
El tema que yo trabajo incomoda, choca y, en ocasiones es hostil porque quienes se auto etiquetan como padres de familia son todos perfectos —según ellos—.
Yo hice parte de ese grupo.
Hasta hacerme consciente de esa mentira tan putamente grande.
Confirmé una vez más que la mayoría de las personas prefieren temas que los mantienen en su rutina.
Personas que se toman fotos con eruditos de la literatura así no entiendan nada.
Muy pocos se atreven a cuestionarse.
Mucho menos permiten que otros les cuestionen sus roles.
Es una lástima ver tanta gente dormida aún.
Absorta en un sistema de automatismo mental y físico.
Y saber, que yo estuve ahi, en ese grupo.
Ja, ja, ja, ja, ja.
Hace siete años estoy saliendo.
Aún me faltan cosas de las que debo hacerme consciente.
Ya no vivo tan en piloto automático.
Ya no me considero un autómata.
Soy consciente de que el camino que he elegido andar no es fácil.
Aún así, elijo seguir trabajando.
Se irán adhiriendo personas de a poco.
Paulatinamente.
Esta es mi nueva misión de vida.
Solo busco personas que quieran abrir los ojos a un cuestionamiento diferente.
¿Serás tú?
Si no lo eres, está bien.
Disfruta tu piloto automático.
Acá te dejo algunos artículos que te cuestionaran roles o creencias.
- El título de padre o madre lo regalan
- Boletines educativos, una condena silenciosa.
- Tus hijos ya no te ven como autoridad
Si tampoco te suena esto, acá te dejo mi libro.
Es un auto cuestionamiento que te pondrá a pensar.
Las moralejas aquí, son varias.
Pero quiero hablarte de una:
Muchas veces te vas a encontrar solo o sola con tu sueño.
Muchos te van a ignorar.
Estarás y te sentirás solo/a.
No importa.
Tienes una voz.
Tienes un mensaje.
Tienes una historia.
Tienes tu estilo.
Poco a poco, los que son, se van acercando a ti y te escucharan.
¡Sigue adelante!
Persevera, insiste.
Lo vas a lograr.
Gracias, gracias, gracias.
Te leo.
Te deseo un excelente y maravilloso día.
Namastè